Los constantes cambios del mercado han modificado los factores claves de éxito necesarios para destacarse sobre la competencia; las empresas, sus productos y servicios solo pueden ser competitivos si observan su contexto de negocio de forma integral, sinérgica y estructurada, y si además asumen una actitud preactiva y proactiva ante los retos que se le presentan.
Los caminos en busca de la competitividad deben ser claros y requieren de altos grados de innovación para sobrevivir en un medio donde las ventajas comparativas y competitivas son cada vez más difíciles de superar.
La obligación de hoy es mejorar la relación calidad y precio con la percepción de valor pues ya no es suficiente con ofrecer lo mismo a menores precios, ahora se requiere ofrecer más a precios similares a los de la competencia donde el valor agregado de los productos este respaldado por un adecuado proceso de desarrollo que garantice una íntima identificación con los consumidores.
En este escenario, la gestión en las empresas de hoy no puede permitirse un crecimiento inercial, y debe incorporar dentro de su desarrollo estratégico al DISEÑO y al MERCADEO como un punto de apalancamiento y de generación de valores intangibles que mejoren sus condiciones competitivas y de rentabilidad.
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